domingo, 1 de mayo de 2016

Rotación de cultivos
 Una rotación de cultivos tiene como objetivo el desarrollo de sistemas de producción diversificados que aseguren la sostenibilidad del suelo promoviendo cultivos que se alternen año con año para que mantengan la fertilidad del suelo y reduzcan los niveles de erosión. Toda rotación de cultivos debe considerar los recursos y las necesidades de los productores.
En una rotación de cultivos, estos se desarrollan en una sucesión recurrente y sistemática en un mismo terreno. Los cultivos que se alternan año con año pueden ser cultivos en surcos después de cultivos de granos pequeños, cultivos de grano pequeño después de leguminosas, gramíneas después de una leguminosas y una variación de alternancia de cultivos que depende de las condiciones agroecológicas de la región. Para establecer una rotación de cultivos, es conveniente definir las posibilidades de mercado de las cosechas, que los suelos sean los adecuados, que se adapten al clima, que se cuente con la tecnología de producción (semilla, maquinaria para siembra y cosecha, entre otros). Para definir si se puede alcanzar su uso sostenido, es importante ver que la rotación de cultivos permita un buen control de malezas, plagas y enfermedades, que las raíces tengan tal desarrollo como para explorar diferentes profundidades del suelo y que se mantenga la fertilidad y las características físicas y químicas de los suelos.

Objetivos de la rotación de cultivos.

• Incrementar los rendimientos de los cultivos en relación con los monocultivos.
• Mantener y mejorar los contenidos de materia orgánica del suelo.
• Mejorar la fertilidad del suelo y mantener un balance de los nutrimentos disponible para las plantas.
•Reducir la erosión hídrica y eólica.
• Mejorar la adaptación de la labranza de conservación en comparación con los monocultivos. •Mejorar el drenaje, la aireación del suelo, y el tamaño y la estabilidad de los agregados del suelo. • Reducir la incidencia de malezas, insectos y enfermedades en los cultivos.

Principios a considerar en una rotación de cultivos

Antes de tomar la decisión sobre las rotaciones de cultivo a proponer o a utilizar es importante considerar los siguientes aspectos:

Adecuar los requerimientos de la rotación a la disponibilidad de recursos
Los cultivos deben estar adaptados a la región, y en su selección se recomienda considerar al menos los siguientes aspectos: cantidad de agua disponible, la profundidad de enraizamiento, las necesidades de temperatura, agua y luz para un buen desarrollo y producción de grano, forraje o residuos según sea el caso, el calendario de actividades, los plaguicidas a utilizar, la comercialización y la rentabilidad. Estos aspectos deben evaluarse de manera individual y en conjunto con la rotación completa. Las consecuencias de una pobre adaptación de la rotación podría expresarse en una baja competitividad (con las malezas) por agua, nutrimentos y una mayor susceptibilidad a plagas y enfermedades.

Usar la rotación como medida preventiva y diseñar secuencias complementarias del cultivo.
La rotación de cultivos en una herramienta fundamental en el manejo integrado de recursos naturales. En zonas con baja precipitación, el agua es el principal factor limitante de los cultivos, por lo que las prácticas de optimización del agua de riego son de importancia primordial; por otro lado, en zonas con mayores precipitaciones se vuelve importante el control de plagas y enfermedades. Las plagas más controladas con la rotación de cultivos incluyen: patógenos del suelo, malezas o insectos con poca habilidad para invadir terrenos adyacentes, plagas con hospederos específicos que no sobreviven mucho tiempo sin hospedero. Las rotaciones proveen la oportunidad de interrumpir ciclos de malezas, insectos o enfermedades con diferentes medidas de control (oportunidad en el uso de plaguicidas, competencia de cultivos, variedades resistentes).

Condiciones en las que se aplica
Esta práctica se aplica en todos los terrenos de cultivo, excepto en aquellos en los que el suelo esté destinados al restablecimiento de la vegetación perenne. En el diseño de la rotación de cultivos se debe considerar la sostenibilidad del sistema a largo plazo, enfocada a la reducción de malezas, enfermedades y plagas así como su viabilidad económica.

Criterios de manejo
Los cultivos deben desarrollarse en forma planeada en secuencias repetitivas. Los cultivos deben adaptarse a la región climática, al tipo de suelo, y a los propósitos de los productores. Recomendaciones para algunos cultivos adecuados a las regiones pueden obtenerse en las guías técnicas de la SAGAR, INIFAP así como en las publicaciones de universidades y escuelas agropecuarias. Cuando las rotaciones se usan en combinación con manejo de residuos, la selección de los cultivos productores de residuos, el uso de coberteras así como los ajustes en el surcado y la densidad de población pueden mejorar la producción, la cantidad y la distribución del residuo necesario. Existen efectos de fitotoxicidad, alelopatía y autotoxicidad entre las plantas, a los que se debe poner especial atención en la planeación de las rotaciones. Un ejemplo de fitotoxicidad se observa en las leguminosas como la alfalfa que inhibe la germinación de sus propias semillas. Al usar barreras rompevientos, o cultivos en fajas y en contorno, la rotación de cultivos debe ser consistente con el diseño de tales sistemas. 
El objetivo del productor es combinar la tierra, el trabajo, el manejo y el capital para obtener la máxima rentabilidad de sus recursos para mantener a la familia rural. Al planear una rotación de cultivos deben considerarse los costos y las ganancias probables. Las rotaciones de cultivo diversifican el ingreso. Si sucede algún siniestro que reduzca la rentabilidad del cultivo principal, existe el cultivo alternativo que puede reponer parte de las ganancias generadas por el cultivo principal. Una rotación de cereales con cultivos en hilera da una gran estabilidad en el ingreso ya que el movimiento de precios y la variabilidad de ingresos debida al clima serán menores, que si se cultiva una sola especie. Es útil establecer calendarios de las actividades a realizar. Con la rotación de cultivos es posible definir calendarios de siembra y cosecha durante periodos más largos de tiempo. Los cultivos en hilera se pueden sembrar después de los granos pequeños. Las rotaciones de cultivos deben adaptarse a las limitaciones de precipitación y a las necesidades de humedad. Las rotaciones de cultivos reducen la necesidad de plaguicidas pero no la eliminan, por lo que se debe considerar su uso complementario en las rotaciones.

Control de enfermedades
Las rotaciones de cultivos reducen y a menudo previenen la transmisión de enfermedades. Ejemplos de enfermedades controladas con la rotación de cultivos, se muestran en el Cuadro 1. C
La rotación combinada con prácticas culturales y el uso de fungicidas es el método más apropiado para controlar las enfermedades. En el Cuadro 1 se muestran algunas enfermedades combatidas por las rotaciones de cultivo.
Cuadro 1. Enfermedades que se combaten con el uso de rotaciones de cultivo


Control de malezas
Las rotaciones pueden causar cambios en las poblaciones de malezas. Las poblaciones de ciertas especies de malezas pueden suprimirse con la competencia de cultivos o con el uso de herbicidas selectivos. Las malezas de hoja angosta son un problema en granos pequeños que puede ser reducido con el uso de herbicidas en los cultivos en hilera previos. Los herbicidas pueden tener efectos residuales benéficos y dañinos sobre los siguientes cultivos. Por lo tanto, la correcta planeación del uso de herbicidas junto con la selección correcta de cultivo es parte integral del esquema de manejo de una rotación de cultivos.

Control de insectos
La rotación de cultivos puede controlar parcial y totalmente los daños originados por los insectos como se muestra en el Cuadro 2. En general, la población de insectos puede ser mayor en una región donde se siembren uno o dos cultivos en contraste con regiones donde se siembren diferentes cultivos en rotación. Sin embargo algunos insectos migran a otras parcelas, por lo que se puede alcanzar solo controles parciales con algunos de ellos. Si se desea aumentar la efectividad de la rotación de cultivos para el control de insectos, deben complementarse con el uso de algunos insecticidas.

Cuadro 2. Insectos que son controlados parcial o totalmente con el uso de rotaciones.


Principales cultivos usados en rotaciones en México
El uso de la vegetación natural puede ser un buen indicador de la intensidad de la rotación ya que es un indicador de la cantidad de agua que se dispone: De manera general, se recomienda el uso de leguminosas, zacates anuales y cereales de grano pequeño en diferentes combinaciones con maíz o el cultivo principal. La razón de esto es que, en condiciones de temporal, la superficie sembrada de maíz cubre más del 50 % de la superficie sembrada de granos básicos, el frijol el 14 % y el resto de los cultivos se siembran en porcentajes menores. Por esta razón, en las rotaciones que se realicen deberá dominar el cultivo de maíz por 2, 3 y 4 años y el sorgo por 2 ó 3 años y después rotarse con leguminosas y algunas gramíneas como lo realizan algunos productores en ciertas regiones del país. Algunos ejemplos de rotaciones de cultivos son: cultivos de hilera después de cultivos de granos pequeños, cultivos de grano después de leguminosas, y cebada después de trigo. Por lo general, los cultivos que se utilizan en algunas rotaciones en México, se agruparon como cultivo principal, de granos pequeños, pastos y leguminosas como se muestra en Cuadro 3.
Cuadro 3.Cultivos usados en rotaciones en diferentes partes de México.


Diseño de rotaciones
En el diseño de rotaciones se debe utilizar el conocimiento y la experiencia local en cada una de las regiones donde se quiera establecer una rotación de cultivos. La decisión está basada en las consecuencias en el corto y largo plazo. A continuación se muestra un ejemplo para planear cultivos dentro de una rotación. Los grupos de cultivos que pueden ser utilizados en las rotaciones son los que se reportaron en el Cuadro 3. Los beneficios de la rotación se maximizan cuando no se combinan cultivos de un mismo grupo en forma consecutiva. Un cultivo puede ser sustituido por otro del mismo grupo en la rotación sin destruir los beneficios de la rotación. Los mejores beneficios se logran cuando los cultivos del grupo I y II preceden al grupo III. Los cultivos del grupo IV nunca deben preceder al grupo III. Con base en los cultivos reportados se proponen las siguientes rotaciones de cultivo como ejemplo de diseño como se presentan en el Cuadro 4.

Cuadro 4. Propuestas de rotaciones



Cultivo en franjas
Los cultivos en franjas constituyen un sistema de alternancia espacial de cultivos utilizados en conservación de suelos, para cultivar terrenos de pendiente  de 2 a 15 % en franjas alternas y de ancho variable, con cultivos de escarda (en surcos)y cultivos tupidos, los cuales generalmente siguen un programa de rotación.
El cultivo en franjas constituyen un arreglo sistemático de alternancia entre cultivos de escarda (maíz, frijol, haba, sorgo, girasol, etc.) y tupidos (avena, cebada, trigo, etc.), para reducir la erosión de suelos causada por el agua, viento y para hacer un uso más eficiente de los terrenos.
 Esta práctica vegetativa se recomienda en terrenos con pendiente, donde la topografía es uniforme para su laboreo y cosecha y donde es posible asociar cultivos. Las franjas se pueden trazar siguiendo el contorno, perpendiculares a la pendiente ya la dirección de los vientos dominantes según sea el caso y quedar como fajas amortiguadoras cuando se tengan franjas de anchos uniformes.
Objetivos
• Controlar el escurrimiento superficial y la pérdida de suelo en laderas.
• Disminuirla producción de sedimentos en las áreas de cultivo.
• Reducir la erosión eólica y el daño del viento a los cultivos y conservar la humedad del suelo.
• Lograr una mejor utilización de los terrenos de ladera y mejorar sus características físicas, químicas, de fertilidad y de aprovechamiento del agua de lluvia.
Beneficios
• Reducen la erosión del suelo y aumentan el rendimiento de los cultivos.
• Mejoran la superficie de los terrenos, acondicionándola para las labores agrícolas
• Retienen y conservan la humedad en los terrenos de ladera.

Tipos de franjas
Considerando la diversidad de condiciones topográficas de los suelos de ladera, el uso de monocultivo de maíz y los problemas de erosión existentes en México, el uso de cultivos en franjases una opción que utilizan los productores para obtener una producción diversificada.
Cuadro 1 Figura 1. . Tipos de franjas con relación a la pendiente del terreno, agente erosivo y cultivo a sembrarse

Destacan cuatro tipos de cultivos en franjas que se adaptan a diferentes condiciones de laderas y que se muestran en el Cuadro1.

Franjas en contorno y rotación
En este sistema los cultivos, uno de escarda y otro tupido, se disponen en bandas o franjas alternas siguiéndolas curvas de nivel y en sentido perpendicular a la dirección de la pendiente natural del terreno. Los cultivos utilizados están sujetos a rotaciones definidas, de acuerdo con el programa de siembra que sigue el productor en sus terrenos. Se recomienda para terrenos de una pendiente uniforme (2a15%) y donde el agua es el principal agente causal de la erosión. Las franjas en contorno y rotación se muestra en la Figura1. En contorno y rotación Escarda y tupido, siguiendo las curvas de nivel y perpendiculares a la pendiente natural del terreno. De contraviento Escarda y tupido, de ancho uniforme.  Se trazan en forma recta y perpendicular a la dirección de los vientos dominantes  De contención o amortiguadoras localizan entre franjas de ancho uniforme ambas direcciones. Escarda Perpendiculares a la Pendiente 2-15% Agua > 1 % Viento Tupido (pastos o leguminosas), se Variación de Aguay viento pendiente en donde se establecen los cultivos de Tupido y de escarda Variable y para Agua y viento su ancho es uniforme y su trazo relieve ondulado es perpendicular a la pendiente del terreno.


Ancho de las franjas
 De acuerdo con las condiciones del terreno, la pendiente media del mismo, y la magnitud de la precipitación se puede determinar el ancho de las franjas considerando los siguientes aspectos.
• Los cultivos y rotaciones a utilizar, ya que en función de estos se definirán los anchos entre surcos y el ancho de los cultivos tupidos.
• La pendiente natural del terreno, a medida que esta se incrementa, el ancho de la franja disminuye.
• Las características físicas del suelo, ya que cuando los suelos son de textura gruesa, alta permeabilidad y baja capacidad de retención de humedad, el ancho de la franja aumenta y cuando los suelos son de textura fina, de permeabilidad baja y alta capacidad de retención de humedad el ancho de la franja disminuye.
• La intensidad dela lluvia, a medida que esta aumenta, el ancho de la franja disminuye.

Estas franjas son de ancho uniforme y se trazan en forma recta, perpendicularmente a la dirección de los vientos dominantes.
Se recomiendan en áreas planas donde los vientos por su velocidad y frecuencia son el principal agente erosivo. De esta forma los cultivos llegan a constituir barreras vivas que causan que se eleven las corrientes de aire y reduzcan su capacidad. Este sistema de franjas de contraviento se recomiendan para utilizar en áreas planas y con pendiente; esnecesariocombinarelanchoylaalturadelcultivoqueservirácomobarreraviva para reducir la habilidad del viento para remover y transportar las partículas de suelo. Un ejemplo de este tipo de franjas de contraviento se muestra en la Figura 3.


Franjas de contención amortiguadoras 
Estas franjas están constituidas por cultivos tupidos (generalmente pastos, leguminosas o una mezcla de estos) y se localizan entre las franjas de ancho uniforme donde se desarrollan cultivos de escarda que se establecen en rotación adecuada de la zona. Generalmente son de ancho irregular que varía con las curvas de nivel del terreno, de tal manera que las franjas de los cultivos de escarda sean lo más uniforme dentro de los límites permisibles.
Estas franjas de contención tienen la ventaja de hacer más laborable el terreno y de amortiguar los espacios donde existen diferencias de pendiente que aumenta el riesgo de erosión del suelo. Un ejemplo de este tipo de franjas se muestra en la Figura 4.


Franjas perpendiculares a la pendiente 
 Estas franjas se trazan perpendicularmente a la pendiente principal del terreno, rectas y sin seguir la curva a nivel. Este tipo de franjas se han sido utilizados por los productores en México y generalmente son franjas de maíz alternas con frijol o de maíz conhaba, y en algunos casos combinan un cultivo de escarda con un cultivo tupido como trigo, cebada, avena, y pastos.


Abono verde
Cuando hablamos de "abonado en verde" hacemos referencia a la utilización de cultivos de vegetación rápida, que se cortan y se entierran en el mismo lugar donde han sido sembrados y que están destinados especialmente a mejorar las propiedades físicas del suelo, a enriquecerlo con un "humus joven" de evolución rápida además de otros nutrientes minerales y sustancias fisiológicamente activas, así como a activar la población microbiana del suelo.

En líneas generales, los efectos favorables del abonado verde no acaban en el aspecto nutricional sobre el vegetal, sino que alcanzan a todos los componentes relacionados con la fertilidad global del suelo agrícola ya que:
            · Estimulan de forma inmediata la actividad biológica y mejoran la estructura del suelo,           por la acción mecánica de las raíces, por los exudados radiculares, por la formación             de sustancias pre húmicas al descomponerse y por la acción directa de las células                microbianas y micelios de hongos.
·Protegen al suelo de la erosión y la desecación durante el desarrollo vegetativo, y mejoran la circulación del agua en el mismo.
· Aseguran la renovación del humus estable, acelerando su mineralización mediante el aporte de un humus más "joven" y más activo.
·Enriquecen al suelo en nitrógeno, si se trata de leguminosas, e impiden, en gran medida la lixiviación del mismo y de otros elementos fertilizantes.
· En su descomposición, se liberan o sintetizan sustancias orgánicas fisiológicamente activas, que tienen una acción favorable sobre el crecimiento de las plantas y su resistencia al parasitismo.
·En los sistemas cerealistas, aseguran una mejor descomposición de la paja del cereal, al mantener el medio más húmedo, equilibrar la relación C/N y activar los microorganismos responsables de la misma.
· Limitan el desarrollo de malezas, directamente por el efecto de la cubierta vegetal en sí misma e indirectamente porque ciertos abonos verdes tienen poder desherbaste, como el alforfón (Fagopyrum esculentum), o la facelia (hacelia tanacetifolia).
Aunque se pueden utilizar un número considerable de especies vegetales como abonos verdes, las tres familias de plantas más utilizadas para tal fin, son las leguminosas, las crucíferas y las gramíneas.

Las leguminosas son las más empleadas dada su capacidad para fijar el nitrógeno atmosférico, en favor de los cultivos siguientes. Hay autores que afirman que las leguminosas además mejoran el terreno con la penetración de sus raíces y que incluso llegan a romper los terrenos más duros (las raíces de las leguminosas tienen más de 1 m de longitud).

Se emplean principalmente las especies de trébol blanco enano (Trifolium repens), trébol violeta (T. pratense), veza vellosa (Vicia villosa), habas (Vicia faba), altramuces (Lupinus sp.), meliloto amarillo (Melilotus officinalis), serradella (Ornithopus sativus), etc.; además de otras leguminosas tradicionales de interés para el sudeste español como los yeros (Vicia ervilia), las algarrobas (Vicia monanthos) y la almorta (Lathyrus satirum). Es frecuente el cultivo de leguminosas mezcladas con cereales u otras gramíneas: Veza+cebada; veza+avena; tréboles+raygrass; guisante forrajero+veza, etc. En Chile se ha probado la utilización de la arveja (Pisum sativum L.) y la vicia (Vicia atropurpurea) como abonos verdes.

Las gramíneas sembradas con las leguminosas, mejoran mucho el terreno y forman humus estable. Las raíces de las gramíneas mejoran el terreno ablandándolo en la superficie. En particular el centeno (Secale cereale) está indicado para siembra otoñal asociado a algarroba o habas. La avena (Avena sativa) está indicada para siembra de primavera, asociada con algarroba y guisante.

Las crucíferas tienen un desarrollo muy rápido proporcionando un buen abono verde cuando se dispone de poco tiempo entre cultivos. Son capaces de utilizar las reservas minerales mejor que la mayor parte de las plantas gracias a la longitud de su sistema radicular, acumulando importantes cantidades de elementos en sus partes aéreas que luego serán devueltos al suelo. Como especies más utilizadas está el nabo forrajero (Brassica napus var. Oleífera), la mostaza blanca (Sinapis alba), el rábano forrajero (Raphanus raphanistrum), etc. Se ha planteado también que las plantas de esta familia, con la acción de sus raíces, hacen asimilable por otras plantas el fósforo presente en el terreno en estado insoluble.

Un abono verde ideal posee tres características importantes:
·                    Un crecimiento rápido,
·                    Follaje abundante y suculento, 
·                    Habilidad de crecer bien en suelos pobres.
A más rápido crecimiento, mayor es la posibilidad de aptitud para ser introducido en una rotación y uso económico como medios de mejoramiento del suelo. Follaje abundante y raíces poderosas son, desde luego, algo necesario, y, como ya se ha mencionado antes, a mayor contenido de humedad en el abono verde, más rápida es la descomposición y más pronto se obtienen beneficios. Como la necesidad de materia orgánica es urgente, en especial en la tierra pobre, un cultivo jugoso tendrá grandes ventajas.

Cuando las demás condiciones son iguales, es mejor hacer uso de las leguminosas en el abono verde, preferentemente a las no legumbres, a causa del Nitrógeno ganado por el suelo y la actividad orgánica que provocan. Es a veces de extraordinaria importancia una pequeña adición de Nitrógeno.

Sin embargo, a veces es difícil obtener un cultivo intercalado de legumbres, pues pueden ser tan valiosos como alimento de ganado, que sería antieconómico usarlo como abono verde. Además, las semillas de las legumbres son caras, casi prohibitivo su uso para los abonos verdes. Por otro lado, algunas legumbres no encajan dentro de las rotaciones comunes de tal forma que puedan ser luego enterradas convenientemente como abono verde.
Cada abono verde, tanto si es como cultivo principal como si es cultivo asociado, tiene unas características específicas definidas por su masa vegetativa, su rapidez de crecimiento, la cantidad de residuos que aporta, la incompatibilidad con el cultivo anterior o siguiente en la rotación, los diferentes requerimientos nutricionales, de pH y texturales, su rusticidad, su capacidad desherbante, etc.; todo esto habrá que tener presente a la hora de elegir un abono verde.

Aunque el cultivo de las plantas para abono verde no presenta grandes diferencias con el mismo para su aprovechamiento para grano, sí debemos tener presente algunos aspectos como: utilizar mayor densidad de siembra --de20 a 50% más para abonado verde--; incorporarlo al suelo en un estado avanzado de vegetación, preferentemente en la floración o justo al inicio de la misma; incorporarlo superficialmente pasados unos días del corte --3 a 4 según clima y residuo--, siendo preferible utilizar una picadora de restos de cosecha o en su defecto el arado de discos que pica la vegetación y al mismo tiempo produce un pequeño volteo de la tierra, posteriormente los restos ya más descompuestos se mezclan en el suelo con un cultivador entre 10 y 15 cm.

A veces es conveniente aportar sobre el abonado verde, los fertilizantes destinados para el cultivo siguiente o bien, si se va a estercolar, realizar el aporte, al mismo tiempo que se va a incorporar el abonado en verde --una vez seco y picado--.

Las posibilidades de cultivar un abonado en verde --además de las vistas-- son muy numerosas, lo que amplia las técnicas de manejo y la utilidad, de esta práctica tan interesante, algunas de ellas hacen referencia a:
La siembra intercalada también denominada "sobresiembra", que consiste en sembrar una variedad o una mezcla de variedades --generalmente tréboles y otras especies de porte bajo-- entre líneas de cereales ya crecidos.

Las ventajas de esta actuación están enfocadas a la protección del suelo y al control de las malas hierbas y finalmente cuando el cereal se recoja, a fertilizar el suelo una vez triturado el abono verde, junto con el rastrojo y mezclado con el suelo. Es necesario que el abonado en verde germine rápido, que presente un gran desarrollo radicular, que sea de porte bajo --no superando los 30 cm de altura--, que no forme demasiada masa verde y que se desarrolle normalmente en mezcla con otras variedades. La sobresiembra ha tenido gran éxito en el cultivo de maíz, sembrándose ésta, cuando el maíz presenta cuatro hojas y el máximo desarrollo de 1 m de altura.
El cultivo de corta duración. Sembrando el abono verde en períodos de tiempo cortos, entre cultivos que han dejado libre el suelo tempranamente. Existe la dificultad añadida de que hay que mantener una gran sincronización en la rotación de cultivos y que hay que escoger variedades de rápido crecimiento --generalmente crucíferas--.
El cultivo de larga duración. En esta práctica, el abonado en verde forma parte de la rotación como un cultivo más, o bien se utiliza para intercalar con cultivos como frutales o viñas. Si para el caso del abonado en verde como cultivo de la rotación de manera general se utilizan leguminosas o mezcla de leguminosa+crucífera, para el intercalado en cultivos de larga duración en general se suelen sembrar "mezclas" de distintas plantas, teniendo muy presente los condicionantes edáficos y climáticos que antes se ha enumerado y tomando como ejemplo para la selección, las mezclas que de manera natural se dan entre la vegetación silvestre que se encuentre en el entorno del terreno.
Aunque son numerosos los aspectos positivos de la utilización del abono verde, sin embargo su uso supone un cierto riesgo en el caso de que puedan existir competencia por el agua, la luz, o el alimento con el cultivo principal y también cuando haya invasiones repetitivas de malezas.


Cultivos de cobertura
Los cultivos de cobertura constituyen un componente fundamental de la estabilidad del sistema de Agricultura de Conservación. Tienen efectos directos e indirectos sobre las propiedades del suelo gracias a su capacidad para promover un incremento de la biodiversidad en el agroecosistema. Mientras que los cultivos comerciales tienen un valor de mercado, los cultivos de cobertura tienen valor por su efecto sobre la fertilidad del suelo o como forraje para el ganado. En las regiones donde las cantidades de biomasa producidas son muy pequeñas, como las áreas secas y los suelos erosionados, los cultivos de cobertura son beneficiosos ya que:
• protegen el suelo en los períodos de barbecho
 • movilizan y reciclan los nutrientes
• mejoran la estructura del suelo y rompen las capas compactadas y las capas duras • permiten una rotación en un sistema de monocultivo
• pueden ser usados para el control de malezas y plagas. Los cultivos de cobertura son utilizados durante los períodos de barbecho, entre la cosecha y la siembra de los cultivos comerciales y utilizan la humedad residual del suelo. Su crecimiento es interrumpido antes de la siembra del siguiente cultivo o bien después de la siembra de este, pero antes de que comience la competencia entre los dos cultivos.
Los cultivos de cobertura son convenientes para:
 • proteger al suelo cuando no está cultivado
 • suministrar una fuente adicional de materia orgánica para mejorar la estructura del suelo y crear una capa arable enriquecida
 • reciclar los nutrientes y movilizarlos en el perfil del suelo con el propósito de eliminar capas de nutrientes de movimiento lento como el fósforo y el potasio 3
• actuar como «arado biológico» del suelo; las raíces de algunos cultivos, especialmente las crucíferas como la colza, son pivotantes y capaces de penetrar capas compactadas o muy densas (Lámina 1) incrementando la capacidad de percolación del agua del suelo.
• utilizar fácilmente los nutrientes lixiviados.
Diferentes plantas con diversos sistemas de raíces exploran diferentes profundidades del suelo y tienen la capacidad de absorber distintas cantidades de nutrientes; además, con la producción de varios exudados de las raíces (ácidos orgánicos) son beneficiosas para ambos, el suelo y los organismos.
La cobertura vegetativa es esencial para la Agricultura de Conservación: para la protección del suelo contra el impacto de las gotas de lluvia, para mantener el suelo bajo sombra y con el más alto nivel de humedad posible, para utilizar y, por ende, reciclar los nutrientes y para usar sus efectos alelopáticos sobre las malezas, conduciendo así a la reducción del uso de agroquímicos y de esta manera a disminuir los costos de producción. Solo de esta forma se logra hacer que la función de la paja de los residuos actúe como una cubierta proyectiva que atenúa la presión ejercida sobre la superficie del suelo por los tractores y los equipos de cosecha, evitando así problemas de compactación.


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1 comentario:

  1. Interesante tema, realmente todas estas tecnicas son funcionales y el difundirlas es muy bueno.

    Exitos y muchos saludos.

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